San Ramón hoy nos recibió con generosidad. Allá fuimos a firmar la Ley de fideicomiso que hará posible la construcción de la nueva carretera por la que la gente organizada de la zona occidental del Valle Central se movilizó y trabajó durante tanto tiempo. Podíamos haber firmado el documento en San José, pero preferimos hacerlo allá, junto a la gente que hace dos años emprendió esta lucha. Fue muy importante para nosotros celebrarlo junto a esa comunidad.
Desde que nos sumamos al movimiento popular que demandaba hacer las cosas de otra manera comprendimos que precisamente en San Ramón se estaba gestando un nuevo paradigma para la construcción de obra pública que determinará mucho de lo que podamos hacer en el futuro en Costa Rica. Es la ciudadanía de los pueblos de Occidente una ciudadanía activa, organizada, progresista, participativa, que ha dado el ejemplo en muchas luchas sociales del país. Ha sido San Ramón también cuna de movimientos culturales y políticos importantes. Nuestro reconocimiento por ello y nuestro compromiso para agilizar al máximo el trabajo para el inicio de las obras, pero eso sí; haciéndolo bien, como corresponde, con el rigor y la calidad técnica que merece este pueblo.
Quiero expresar un agradecimiento muy especial a los diputados y diputadas que han sido quienes han aprobado esta ley. Felicito además y especialmente a quienes acompañaron la lucha desde el principio, ya que ellos y ellas son los verdaderos artífices de este momento y supieron escuchar el clamor popular. Yo suscribo la ley y la sanciono, pero fueron ellos y ellas quienes la pensaron, articularon y aprobaron en un espíritu de unidad nacional que debe ser el que inspire toda la vida política nacional.
Confío en que el Banco Central, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes, la Asociación Bancaria Nacional, los colegios profesionales y los grupos universitarios técnicos trabajen con la responsabilidad y agilidad que merece el pueblo de Occidente para que el trámite de este fideicomiso se dé con excelencia y celeridad. Les invito a que asumamos en conjunto el reto de hacer bien esta carretera y hacerla rápido. Atrevámonos a hacerlo con la mirada puesta en el horizonte, para que el país avance, para que cambie de verdad, porque los pueblos ya han sido pacientes y no tienen por qué seguir esperando eternamente.