Por Elizabeth Fonseca Corrales
Todos los años, durante los primeros días del mes de setiembre, resuenan los tambores y otros instrumentos musicales en las escuelas y colegios de todo el país. Educadores y estudiantes se preparan para los desfiles conmemorativos de la independencia patria del 15 de setiembre. Pero: ¿qué es realmente lo que celebramos? ¿Por qué se festeja en esa fecha y no en otra? ¿Cómo se celebra la independencia y desde cuándo?
Centroamérica se independiza de España
Durante la época colonial nuestro país era una provincia del Reino de Guatemala, una de las divisiones administrativas en que España dividió sus dominios americanos. El control de España sobre sus colonias se había deteriorado mucho, y ya desde la segunda mitad del siglo XVIII había señales inequívocas de cambios políticos en marcha. Por eso la celebración de la independencia el 15 de setiembre debe ser entendida como una costumbre con base en un acuerdo tácito, porque la independencia fue un largo proceso que, si se analiza bien, culminará con la guerra de 1856-1857 contra las huestes filibusteras de William Walker. En otras palabras: aunque Centroamérica no vivió las cruentas guerras de independencia que se vivieron en México y en Sur América, nuestros antepasados se vieron obligados a defender a sangre y fuego la soberanía y la integridad territorial de los países centroamericanos posteriormente.
El proceso de independencia fue resultado de diversos factores, entre los que sobresalen:
- La decadencia de España como potencia, y el ascenso de Inglaterra y Francia como potencias de primer orden. A esto se sumó la grave crisis política que afectó a la monarquía española a principios del siglo XIX.
- El auge de las ideas de la Ilustración. Esta corriente de pensamiento contradijo la teoría del poder divino de los reyes y afirmó que la soberanía reside en el pueblo, y los gobernantes son funcionarios en quienes el pueblo deposita temporalmente el poder.
- El apogeo de las ideas libertarias y los procesos revolucionarios en otras partes del mundo, como la Revolución de Independencia de las 13 colonias inglesas de Norteamérica, en 1776, y la Revolución Francesa, en 1789.
- El descontento que había en las colonias españolas en América, por el control económico y político al que estaban sometidas.
Las guerras de independencia que se libraban en México fueron un factor decisivo para desencadenar el proceso de independencia en Centroamérica. Las noticias procedentes de México eran alarmantes. Por eso el cabildo de la ciudad de Guatemala invitó a los vecinos importantes de esa ciudad a una reunión, cuyo principal objetivo era discutir sobre la independencia. Esa reunión fue el 15 de setiembre de 1821, y en ella los asistentes firmaron el Acta de Independencia. Uno de sus puntos señala:
“Que siendo la independencia del gobierno español la voluntad general del pueblo de Guatemala, y sin perjuicio de lo que determine sobre ella el Congreso que debe formarse, el señor Jefe Político la mande publicar, para prevenir las consecuencias que serían temibles en el caso de que la proclamase de hecho el mismo pueblo”
Como puede observarse, esta Acta se refiere estrictamente a la ciudad de Guatemala, pero todos los países de Centroamérica que formaban parte de la Capitanía General de Guatemala celebran la independencia en esta fecha. Esto es así porque otro de los acuerdos de aquel 15 de setiembre de 1821 fue enviar un correo extraordinario hacia las provincias llevando copia del acta y un comunicado de Gabino Gaínza, el Capitán General de Guatemala. La noticia llegó poco a poco a las principales ciudades provinciales. En Cartago fueron recibidos el 13 de octubre de 1821, por el último gobernador español de Costa Rica, don Juan Manuel de Cañas. Pero los documentos venían acompañados de otra acta, la llamada Acta de los Nublados, redactada en la ciudad de León de Nicaragua. Se le denomina así porque contempla “la independencia de España hasta tanto se aclaren los nublados del día.” En realidad, en León el grupo de partidarios de la monarquía era fuerte, por lo que en el Acta de los Nublados hacen una declaración provisional de independencia, con la esperanza de que España lograra controlar la situación. Las circunstancias eran realmente confusas, y resulta fácil imaginar la responsabilidad que pesó en quienes debieron tomar tan graves decisiones. En cada una de las principales poblaciones de Costa Rica hubo cabildos abiertos, a los cuales se invitaba a los principales vecinos para debatir qué era lo más conveniente para sus intereses. Finalmente, el 29 de octubre de 1821, se declaró en Cartago la independencia absoluta de la provincia de Costa Rica. Algunas personas han abogado porque celebremos nuestra Independencia el 29 de octubre y no el 15 de setiembre. No obstante, esta última fecha es la que conmemoramos en todos los países de Centroamérica, es decir, desde Guatemala hasta Costa Rica.
Las fiestas patrias
En nuestro país, a lo largo de los años, poco a poco han ido surgiendo tradiciones para celebrar tan importante efeméride. Durante el siglo XIX la fiesta patria no logró establecerse del todo, por lo que se realizaba irregularmente, y cuando se hacía implicaba grandes gastos para el erario. En 1909 el entonces Secretario de Instrucción Pública, afirmaba:
“Era preciso crear una costumbre, mas como para eso debía el acto asumir carácter de sencillez a fin de que pudiera celebrarse en los pueblos de la República, y llevar una significación, la Secretaría a mi cargo ordenó las disposiciones conducentes a ese fin: una alocución del maestro encaminada a poner de realce el valor de la fiesta, con el propósito de despertar el sentimiento patriótico, en el sentido más humano de la palabra; una recitación destinada al mismo objeto, el canto del Himno Nacional y el desfile ante la bandera para saludarla, como un símbolo de la patria, descubriendo su cabeza los niños y las niñas derramando flores al pie. Procurando que estas fiestas resulten amenas y gratas para los escolares dejarán un recuerdo duradero en su vida y con ello habremos contribuido a fortificar el amor a la patria.”[1]
Así, los desfiles del 15 de setiembre poco a poco se convirtieron en la forma más importante de celebrar el 15 de setiembre.
Otra bonita actividad es el desfile de faroles, que se celebra todos los años el 14 de setiembre al atardecer. No hemos podido establecer la fecha exacta del primer desfile de faroles, pero sí sabemos que esta tradición empezó en la década de 1950, para perpetuar la memoria de la efervescencia popular que se vivía el 14 de setiembre de 1821 en la ciudad de Guatemala.
La llegada de la antorcha, se celebra desde mediados de la década de 1960, por iniciativa del profesor Alfredo Cruz Bolaños, en esa época Director General de Deportes; su recorrido nos recuerda que la noticia de la independencia fue enviada desde la ciudad de Guatemala al resto de las provincias que formaban parte de la Capitanía.
La costumbre más reciente es el canto del Himno Nacional el 14 de setiembre a las 6 de la tarde. Esta se implantó durante la administración de don Luis Alberto Monge, a principios de la década de 1980. En esos años, Centroamérica vivía sangrientas guerras, y el canto del Himno fue una manera de mostrar nuestro patriotismo y nuestras diferencias con el resto de los países centroamericanos.
Es importante celebrar, pero con base en el conocimiento de nuestra historia, y teniendo presente que la independencia y la soberanía hay que defenderlas, porque no son eternas.
[1] Citado por David Díaz Arias. En: Construcción de un Estado Moderno. Política, Estado e identidad nacional en Costa Rica. 1821-1914. Cuadernos de Historia de las Instituciones de Costa Rica, Número 18. Editorial UCR. 2005. Pp. 65-66.