Nos invadieron las “chingas”

Salud

  • Ley 9028 impide fumar en lugares públicos, sin embargo las aceras y calles acumulan estas colillas

Por Luis Diego Coronado A.

lcoronado@pac.cr

La Ley General de Control de Tabaco no establece un artículo donde sancione al que bote estas colillas en los sitios públicos, por esto es común observar en el suelo cientos de “chingas” de cigarros tiradas por fumadores sin conciencia ambiental.

Datos suministrados por el IAFA señalan, que muchos bares se encuentran cerca de urbanizaciones donde sus habitantes han interpuesto quejas por la contaminación con colillas y porque el humo del cigarro se mete a sus casas, ya que los fumadores utilizan las aceras vecinales.

Se debería instalar basureros especiales para ese fin, ya sea por parte de las municipalidades o de los establecimientos donde la gente ahora se ve obligada a salir a fumar.

Asimismo, la ley no prohíbe a las personas fumar enfrente de las licoreras, bares y de lugares de diversión; caso contrario sucede con la Ley de Regulación de Licores 9047, que reza en sus puntos que “serán sancionadas con una multa de medio salario base las personas que sean sorprendidas consumiendo bebidas con contenido alcohólico en la vía pública y en los sitios públicos”.

“Poner una ley a discusión es muy delicado porque cualquiera puede cambiarla. La única vía un poco más fácil de modificación sería en el reglamento que se detalló en un decreto Ejecutivo firmado por cinco ministerios”, explicó Teresita Arrieta, representante del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), ante la Red Nacional Anti-Tabaco.

Durante la discusión de la Ley 9028, no se escribió sobre la disposición de los residuos del tabaco en vía pública, específicamente las chingas. Sin embargo,  Red Nacional Anti-Tabaco comentan que se está valorando la posibilidad de hacer cambios susceptibles al reglamento que lo estudia

En la Ley del Tabaco tampoco se fijó una distancia donde se especifique en los exteriores donde se debe fumar, ya que esta prohíbe fumar casi en todos los lugares; con la Ley de Licores no ocurre así. La posible solución sería que se considerara la apertura de áreas de fumado dentro de los bares, de no ser así, habría que pedirle cuentas a los dueños de estos establecimientos por su responsabilidad civil y ambiental.

Aunque algunas personas optaron por el cigarrillo electrónico para dejar de fumar y así también eliminar el depósito de la “chinga”, este no es un instrumento que sirva para ese fin, ya que especialistas del IAFA afirman que su uso tiene los mismos efectos nocivos para el fumador y para las personas que están alrededor.

Para Teresita Arrieta, representante (IAFA), ante la Red Nacional Anti-Tabaco, “se ha desvirtuado el uso de los cigarrillos electrónicos porque necesitan que la gente los consuman para favorecer sus ventas. Entonces se ha dicho que este es un cigarrillo que ayuda a dejar de fumar cuando no es cierto”, detalló.

El cigarrillo electrónico fue creado como una opción para poder utilizarlo en lugares donde esté prohibido el fumado. Sin embargo, la ley Anti-Tabaco  y su reglamento prohíben su uso en el artículo 5.

“Queda prohibido fumar o mantener encendidos productos de tabaco y sus derivados que expidan humo, gases o vapores, en cualquiera de sus formas o en dispositivos, incluido el cigarrillo electrónico y la pipa de agua o narguila y dispositivos similares, utilizados para concentrar o expedir el humo, gases o vapores de productos tabaco y sus derivados, en los siguientes espacios o lugares públicos y privados, establecidos en la Ley como espacios cien por ciento (100%) libres de la exposición al humo de tabaco…”, reza el reglamento.

Mientras este cigarrillo tenga nicotina, seguirá siendo nocivo ya que no está concebido como una terapia de remplazo o de cesación.

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