Quizás el éxito más relevante de la Conferencia de Estocolmo, de donde saliera el Informe Bruntland, fue instaurar el 5 de junio como el Día del Ambiente. Desde 1973, en todo el mundo se celebra el Día del Ambiente. En Costa Rica, como somos “muy ambientalistas”, festejamos el “Mes del Ambiente”.
Junio es en Costa Rica, un mes en el que muchos -aún no todos- quieren “salir en la foto” y para eso sacan a lucir sus mejores ofrendas al ambiente que deben ser entendidas como ofrendas al bien común. Ofrendas que deben hacer posible una mejor calidad de vida, para todos los que habitamos en el Planeta.
Por eso, es un buen momento para reflexionar acerca del PAC y el Medio Ambiente porque si bien nunca se ha planteado ser “ecologista”, si ha sido cobijo para muchos agentes activos en el movimiento ambiental y, de una u otra forma su posicionamiento en la política como “el partido alternativo”, lo situó más cerca del movimiento ambiental de lo que están sus habituales contendores electorales, especialmente los partidos tradicionales.
Así fue como en la reciente campaña electoral, el PAC nucleó a una porción muy importante del movimiento ambiental para construir una evaluación participativa del desarrollo de nuestra nación; en las últimas décadas y simultáneamente construir una propuesta ambiental de Gobierno que permitiera superar un conjunto de temas críticos para el desarrollo nacional.
El conjunto de propuestas, muchas de ellas firmadas de puño y letra por el presidente Luis Guillermo Solís y al menos conocidas, sino construidas, por un importante grupo de costarricenses hoy jerarcas institucionales, se fundieron en el PACto Ambiental.
Este esfuerzo, materializado en seis documentos conceptuales y propositivos (Cambio Climático, Economía y Ambiente, Gestión Integral de Recursos Hídricos, Lo marino pesquero, Parques Nacionales y Transgénicos) es una herramienta de indudable valor para el futuro del país, que descansa institucionalmente en la estructura del Partido, pero que sin lugar a dudas es propiedad de sus autores, una buena porción del movimiento ambiental.
A dos años de gobierno del PAC las interrogantes relacionadas con la aplicación, el respeto a lo acordado y el cumplimiento del PACto Ambiental son gigantescas. Al propio seno del PAC ha habido intentos de hacer una evaluación de cumplimiento del mismo que no prosperó. Al seno del movimiento ambiental no sólo se entiende a este gobierno como uno más, sino que se reclaman como propio del movimiento ambiental las posiciones del PACto Ambiental y se critica al Gobierno PAC blandiendo como argumento las posiciones del mismo PACto Ambiental.
Estas brechas generadas son demasiado importantes como para que no se actúe en pos de cerrarlas. Y para simplemente señalar ejemplos donde el PAC no lo está haciendo bien, valga decir que:
- El país merece que el Gobierno PAC apruebe la Ley de Gestión Integrada del Recurso Hídrico y que ello fortalezca la aplicación futura de la Ley de Iniciativa Popular. Y en esto el PAC no lo está haciendo bien.
- El país merece que los espacios de incidencia de la sociedad civil logrados por la propia sociedad civil sean respetados
- El país merece avanzar en limpiarse de transgénicos, tal como lo hicieran 75 cantones, justo hasta que asumiera nuestro gobierno PAC.
El mes del Ambiente debería servir como el momento propicio para que la estructura partidaria volviera sus ojos sobre el PACto Ambiental. Que rescatara e hiciera propias aquellas posiciones que le resulten propias. Que “eche para su saco” la responsabilidad partidaria de controlar el cumplimiento del PACto entendiendo que como “ofertas de campaña” deberían ser consideradas “compromisos de gobierno”.
No cabe duda de que existen incumplimientos importantes del PACto Ambiental y menos aún de que habrá razones para entenderlos o, en el peor de los casos, razones para retomar los temas incumplidos.
Creemos las condiciones para poder evaluar el PACto Ambiental. Ese sería el mejor compromiso posible del Partido en el Mes del Ambiente.
Subcomisión de Energía, Cambio Climático y Ambiente